Amados Hijos del Padre, no puedo decirles cuán bello es la experiencia de controlar conscientemente la energía a través del aura de la Paz. Fue la fuerza de Mi Ministerio, el Corazón de Mi Curación y el alma verdadera de Mi Ascensión.
Hace muchas centurias, sobre el tope de una colina verde, bajo un claro cielo azul, Me senté y vi las blancas nubes movidas por el viento, y las manadas de ovejas pastando en las colinas y Me fue permitido, a través de la Gracia del Todopoderoso, desarrollar el Poder, una unción que aquieta y cura, no en la superficie sino dentro de lo más apartado del ser. Cuánto requiere el mundo de los Regalos de la Paz hoy día. No la inercia del letargo, sino el alerta y la confianza vigilante que llega cuando uno ha encontrado la Paz dentro de uno mismo, entre todos sus vehículos y su intelecto, entre las fuerzas de la Naturaleza y su Divinidad. Y tal persona entonces llega a ser donde quiera que se mueva una Presencia Comandante de la Paz y sedante para con toda vida, la humana y la del reino animal también.
Recientemente he llegado a darme cuenta que muchos de Nuestros chelas han tomado los pasos en la dirección de dispensar ese glorioso Atributo de Dios de la Paz, a través del poder silencioso y comandante del bien que siempre es el control victorioso de la energía, y que es una verdadera razón de ser. Vengo hoy a bendecirles por este Desarrollo Espiritual. Gracias.
“No Mi Voluntad sino la Tuya sea hecha” no es negativo sino más bien una actitud positiva de pensamiento y sentimiento. El alineamiento de la Omnipresente y Omnisciente Presencia de Dios a través del individuo es la manifestación práctica de la maestría. No es suficiente aceptar la Siempre Presente Presencia de Dios. Los poderes y maestría de Dios deben ser magnetizados y exteriorizados a través del individuo. Este fue el ejemplo que dejé a la humanidad. La adoración a Dios no es suficiente. Convertirse en la plenitud de todo lo que Dios ha diseñado para cada hombre es el destino del individuo y de la raza del hombre. El Regalo de la Vida, la Inteligencia y la Conciencia es por una razón. Esa razón debe ser seguida a través de la sincera contemplación individual. Solamente entonces el hombre conocerá la Paz, y a través de la experiencia conocerá los frutos de su contemplación en obras bien hechas.
Yo soy el camino – Amado Jesús el cristo