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Planos Evolutivos – Evolución Divina | Lección 20

yosoyespiritual yosoyespiritual 3.4K vistas 3 comentarios 29 minutos de lectura Videos Gabriel Silva

La historia evolutiva – nociones básicas

La historia de nuestra evolución comienza cuando el Ser Divino dotado de libre albedrío, inicia su descenso pasando por las diferentes dimensiones para el cumplimiento del plan divino de comprenderse y amarse a sí mismo, de manifestar el amor del Padre mediante de sus realizaciones en el mundo de las formas, a través del correcto uso de sus cualidades creativas de pensamiento, sentimiento, palabra y obra.

Cuando el ser humano llega a la mansión que el Padre Creador había preparado como su lugar de habitación y desarrollo evolutivo: “la tierra”, encuentra un verdadero paraíso donde reina la perfección y la belleza. Esta primera humanidad bella y perfecta, comienza a desarrollar sus cualidades de SUPERHUMANIDAD, naciendo la necesidad de conocer el gran potencial de los 3 reinos de la naturaleza.

En sus inicios, cada alma manifestaba su tarea a la perfección, tareas dignas del rayo superior con el cual se habían cargado, y desde el cual servían con diligencia ante plan divino. Sus vehículos inferiores estaban limpios de toda mancha y sus procederes eran trasparentes en todo sentido.

En un principio, las almas estaban recubiertas por una esencia lumínica electrónica que emanaba las 3 cualidades del Padre: Poder, Sabiduría y Amor. Dicho vehículo les servía como instrumento de conexión con las frecuencias superiores. Esta esencia de luz plasmática radial que contiene las 3 cualidades supremas es conocida como la inmortal llama triple.

Como cada ser humano había sido concebido a imagen y semejanza de Dios, desde sus inicios fue creador al igual que su Padre. A través de ese poder comenzó transformar su mundo. Poco a poco se fue sintiendo Dios y señor de la creación, olvidó su propia esencia y origen; se llenó de soberbia, y a través de los tiempos comenzó su propia autodestrucción y la de este maravilloso mundo.

A través de miles de años, al hacer un mal uso de su energía en pensamientos, sentimientos, palabras y obras, dejándose llevar por actitudes pasionales y búsqueda de dominio sobre los demás, empezaron a crear compromisos kármicos que por supuesto debían ser saldados en algún momento. La majestuosa e inmortal llama triple se fue haciendo cada vez más pequeña, hasta quedar encapsulada en un núcleo de protección de minúsculas proporciones dentro de nuestro corazón etérico.

Fue así como poco a poco fuimos perdiendo conexión con nuestra esencia superior. Cada vez que asumíamos una forma física para aprender, queriendo resolver nuestra trasgresión a la ley del amor, fuimos cometiendo errores aún mayores que aumentaban nuestra deuda kármica, errores que nos costaron el desgaste de una gran cantidad de los tesoros superiores de nuestro cuerpo causal, errores que en definitiva nos degradaron hasta niveles muy bajos, en los cuales deberíamos reaprender para llegar de nuevo a la casa de nuestro Padre.

A través del tiempo, los seres humanos ya no tan perfectos, empezaron a envejecer, y al querer volver atrás, sólo consiguieron darse cuenta que ya era demasiado tarde. Al haber derrochado la herencia del Padre mediante el mal uso de su energía, la ley divina los obligaría a reaprender aquello que olvidaron, y por lo tanto, deberían comenzar de nuevo pero en planos de menor evolución que les servirán como escuela para corregir sus errores.

En la lección 19 vimos la línea de evolución humana compuesta por 8 etapas, ahora vamos a ver el panorama completo, es decir, no visto desde nuestro punto actual, sino desde el inicio de nuestro ascenso.

Veamos cuales son estos planos evolutivos.

PRIMER PLANO – HUMANOIDE

Al tener que compilar una serie de conocimientos y experiencias necesarias para nuestro avance por la línea de evolución, las chispas divinas deberían encarnar en entidades biológicas incipientes que les permitieran empezar desde cero. Este primer plano evolutivo se denomina: humanoide.

Los humanoides son las entidades más primitivas que puedas imaginar, pero que de igual forma sirvieron como receptáculo para las chispas divinas en evolución.

Estos seres primitivos tienen la inmortal llama triple encapsulada en su corazón etérico. Poseen mente por supuesto, facultad característica que distingue al ser humano del animal; Es decir que el humanoide también está hecho a imagen y semejanza del Padre en su tríada superior, pero en el plano físico tiene una apariencia de simio, tal como lo vimos en la lección de los orígenes del espíritu. No es un simio como tal, porque pertenece a la línea de evolución humana, el simio por su parte, pertenece a la línea de evolución dévica que vimos previamente.

Las esferas mentales del humanoide son muy pequeñas, sin ningún conocimiento. En este primer plano comienzan a desarrollarse los sentidos de la vista, el oído y el tacto, los chakras funcionan perfectamente y el aura reacciona a los impulsos eléctricos agradables o desagradables provenientes del exterior; no posee ningún lenguaje ni razonamiento. A pesar de ello, en este plano si se producen encuentros de almas gemelas, y las uniones entre estos seres son muy puras, por lo tanto, entre ellos existe la procreación libre de karma.

El periodo de vida de cada encarnación es alrededor de los 25 años. La época en la que existieron los humanoides en este planeta ocurrió durante las grandes glaciaciones, donde imperaban las radiaciones muy altas y otros fenómenos naturales, más el acoso de los grandes depredadores.

Cuando el humanoide desencarnaba, su permanencia en la cuarta dimensión era muy corta; en ese momento su Yo Superior se encargaba de recopilar las experiencias obtenidas, para proporcionar un nuevo plan de vida y hacer retornar a su alma lo más pronto posible para ocupar nuevamente la materia.

La duración total de la etapa del humanoide es de 25.920 años, que es la misma duración que tarda el eje de la tierra en consumar una vuelta completa (Precesión de los equinoccios). En este ciclo de 25.920 años la chispa divina logra encarnar cientos de veces. Por ejemplo, si dividimos 25.920 años entre los 25 años que es el promedio de vida de un humanoide, sin contar el corto tiempo que el alma pasa en los planos de la cuarta dimensión mientras espera volver a encarnar, tenemos un total de 1.036 vidas en la etapa de humanoide, luego de la cual pasamos a la segunda etapa o plano del cavernícola.

SEGUNDO PLANO – CAVERNÍCOLA

En este segundo plano evolutivo empieza a surgir el primer patrón conductual y las análfas pensantes empiezan a retener o grabar mayor cantidad de información; el cavernícola ya posee ciertos conocimientos y tiene consciencia para utilizarlos.

En este plano no se producen encuentros de almas gemelas, por lo tanto, el Ser se une con entidades biológicas del sexo opuesto con las que no logra establecer una armonía áurica. Dichas uniones generan descargas eléctricas que irrumpen en los chakras generando actitudes de violencia, que a su vez, impulsan el desarrollo de actividades pensantes y motivan el surgimiento de la actitud que les permite diferenciar entre lo bueno y lo malo. El cavernícola ya tiene consciencia de proteger a sus esposas e hijos de los enemigos y de las inclemencias del tiempo; busca lograr un mejor dominio de su propio cuerpo y del medio en el que habita.

Durante ésta época, descienden seres de gran evolución que ocupan materias corporales, para enseñar a los demás a fabricar herramientas y a producir fuego. Igualmente les enseñan a construir grandes cavernas donde pueden refugiarse del clima y de los grandes depredadores, los cuales comienzan a desaparecer, llegando otros animales un poco más refinados y menos salvajes.

La edad promedio que se alcanza en cada encarnación es de 40 años, y la duración total de ésta etapa, al igual que la anterior, es de 25.920 años, ciclo durante el cual la chispa divina reencarna cientos de veces.

TERCER PLANO – HOMBRE (Ser humano común)

La tercera etapa o tercer plano evolutivo que ya corresponde a un nivel superior de existencia se denomina: HOMBRE. Este es el plano en el que se encuentra la humanidad actual.

En esta etapa tampoco hay unión de almas gemelas; los seres ya cuentan con la capacidad energética suficiente para desarrollar y controlar los chakras y las esferas mentales, tienen consciencia y control parcial sobre los sistemas nervioso y muscular. Surge en este momento, el homo sapiens y desarrolla la fabricación de utensilios o herramientas que mejoran su convivencia utilitaria; Aparecen los clanes familiares y deja de ser nómada; doméstica ciertos animales. Aparecen los primeros fundamentos ritualistas, empezando por la adoración al sol, a la luna y a las estrellas, como también a los fenómenos de la naturaleza tales como la lluvia, los truenos y todo aquello que no logra comprender.

Este periodo evolutivo continúa con la época de los egipcios, romanos y sumerios, hasta tener un cierto nivel de mayores conocimientos y tecnología, pero en forma desequilibrada, ya que no ha prestado suficiente atención a la parte espiritual para un perfecto equilibrio. Esta fase dura 25.920 años y va desde los cavernícolas homínidos pasando por el homo sapiens hasta llegar al punto de la mayoría de los seres humanos actuales.

Lamentablemente haz de saber que hemos permanecido en este plano de hombre común durante muchísimo tiempo, incluso más del que deberíamos. La humanidad perteneciente a la época de la gran Lemuria y la Atlántida, cuando los seres que empezaron a manifestar cualidades de súper-humanidad, cayeron debido a su mal manejo de la energía y búsqueda de poder personal, olvidándose de su esencia primordial y suprema. Es por eso que la tierra es un planeta de aprendizaje, un planeta rezagado en la evolución de su humanidad. Cada una de estas caídas siempre nos obligó a repetir el curso de aprendizaje.

Tal parece que el karma acumulado por cada uno de los seres desde tiempos antiquísimos fue verdaderamente difícil de superar. A diferencia de los seres de otros planetas, la humanidad terrestre nunca ha pasado del cuarto grado evolutivo, y nos encontramos ahora en nuestra última oportunidad para avanzar, antes de que el gran concilio galáctico y las huestes de luz que patrocinaron la existencia de este hermoso planeta, cierren las puertas para que los graduados puedan continuar al siguiente plano, y extenderán la invitación a los rezagados a iniciar de nuevo su evolución desde el plano de humanoide, en una nueva casa o escuela de aprendizaje que no será la tierra, que como planeta superior, también está destinado a cambiar y evolucionar.

CUARTO PLANO – SUPERHOMBRE

En este plano nuevamente se produce la unión de almas gemelas, por lo tanto, también la unión de nuestra tríada superior, entre tercera, cuarta y quinta dimensiones. Cabe mencionar que esta unión no se produce de golpe, ni en cuestión de días o años. Todo Ser que dé paso al cuarto plano evolutivo, debió haber superado totalmente las pruebas del plano del hombre común. Lo cual significa haber saldado al menos el 50% de su karma mediante la obra redentora y el servicio amoroso, importando poco el número de vidas que haya tenido previamente.

Una persona que viva con rectitud, puede encausar más energía a su reservorio divino en una sola encarnación, que una persona que viva en el sendero de la oscuridad e ignorancia durante 10 vidas. Si bien el error también es una indudable fuente de aprendizaje, en algún momento cada alma deberá emprender el camino iniciático de la rectitud, y doblegar su voluntad a la voluntad de Dios para ascender.

En todas las épocas han venido seres especiales que a través de diversos medios, sirven a sus hermanos en el ámbito de la enseñanza espiritual, para que exista una mayor y más pronta elevación de la consciencia de la raza. Estos seres vienen a desarrollar tareas previamente diseñadas y establecidas dentro de un plan de vida que se ajusta a las necesidades de la humanidad actual. Son esos seres raros que se destacan de los demás por su afinidad con la sutileza del mundo espiritual y su visión de la vida. Estos seres pertenecen ya a los primeros estados del cuarto plano evolutivo del SUPERHOMBRE. Y entre ellos se han producido encuentros de almas gemelas en esta dimensión, en este espacio y tiempo. Es decir que para encontrar ese amor perfecto es preciso habernos encontrado a nosotros mismos.

En la lección anterior vimos que el tercer plano evolutivo estaba compuesto esencialmente por 8 etapas. De igual manera, cada plano evolutivo tiene diferentes grados de manifestación que se presentan dependiendo de la magnitud de nuestro cuerpo causal. Esto significa que la etapa de humanoide tiene varias escalas, al igual que el plano de cavernícola, hombre común, superhombre, etc.

Como superhombres avanzados seremos conscientes de nuestro pasado y de nuestro futuro trascendental, igualmente podremos conocer conscientemente los planos superiores. Nuestra capacidad mental estará comprendida entre 25 y 50 por ciento de la capacidad total.

Nuestra talla como seres en evolución será mucho mayor, despertando nuestro Cristo interno y rompiendo el cascarón en el que estaba contenida nuestra inmortal llama triple, asimilando de nuevo todo ese potencial que Dios quiso que todas sus creaciones gozaran desde el principio. Cuando el Cristo interno se expanda es cuando llegaremos a obrar de forma similar a nuestro amado maestro Jesús, el cristo. Él recibió ese nombre porque ya no era un hombre común, sino un ser cuya talla crística había alcanzado proporciones descomunales. Cuando lleguemos a esa etapa, nuestra inmortal llama triple será de nuevo liberada y expandida, y ante la divinidad y nuestro libro de vida seremos conocidos como cristos, por ejemplo, Arturo Cristo, Ángela Cristo, Luciana Cristo, Pedro Cristo, Jesús Cristo, etc.

Este plano tiene varias subdivisiones que, al escalarlas, nos llevarán al plano de la inmortalidad y de la misma divinidad. En forma general podemos decir que estas subdivisiones son:

El nivel de SUPRAHOMBRE o nivel SUPRACONCIENTE: nivel conocido también como plano del maestro ascendido, que es la misma alma en evolución pero sin un cuerpo físico atado a la rueda de la reencarnación. Allí se está plenamente consciente de la responsabilidad con nuestra familia cósmica, con los planetas y los sistemas solares del séptimo universo. En este nivel se conocen los planos superiores a plenitud, se manejan no sólo 27 sentidos del superhombre, sino que se llega poseer 144, incluidos los cinco ya conocidos, pero en toda su plenitud y no en forma limitada como lo hacemos ahora.

Oído. Para pasar del estado de superhombre incipiente a suprahombre SUPRACONSCIENTE o ASCENDIDO, cada ser deberá atravesar las 8 etapas en el plano terrenal, sin embargo, también existe la posibilidad de ascender sin haber pasado por dichas etapas. Cuando el nivel de karma ha sido consumado casi en su totalidad, y el alma ya no tiene más responsabilidades en el mundo material, por dispensación cósmica, estas almas se someten a seguir un aprendizaje en los ámbitos superiores que eventualmente las conduce a la ascensión, veremos esto a profundidad en la lección: que ocurre después de “morir”.

Muy bien, por encima del nivel del maestro ascendido, está el plano de los SEMIDIOSES, este nivel es más avanzado que el anterior: estos seres constituidos únicamente de esencias electro-plasmáticas, llevan conocimientos, filosofías, tecnología y amor a seres de temprana evolución. Muchos de estos semidioses han pasado por este mundo a largo de miles de millones de años; encontramos entre ellos, a Bachué y su complemento Bochica, Huirakocha y KetzalKoalt entre una larga lista. En este estado superior, el tiempo no existe, no hay ningún afán de realizar las tareas propias de su nivel; únicamente existe el deseo de servir a los hermanos que permanecen aún en planos de menor evolución.

Ahora bien: por encima del nivel de los SEMIDIOSES encontramos uno aún mucho más elevado y evolucionado que es el nivel del gran MAITREYA, que en idioma “sans” significa: verdadero amante, aquel ser capaz de amar a toda la humanidad. Los Maitreyas están preparados para proyectar su energía y enviarla desde los planos superiores a los seres de temprana evolución. Cuando llegan a un planeta como el nuestro, por amor y deseos de servir, encarnan en cuerpos comunes y corrientes: aprenden las leyes de la sociedad actual y reciben conocimientos de los altos iniciados, los cuales, en cierta etapa de su vida, les permiten ser conscientes de lo que son, hasta que por medio de su Yo Superior, toman conciencia de la misión por la cual han venido. Cuando llega el momento definitivo, actúan públicamente impartiendo enseñanzas, y curando los enfermos del cuerpo y del alma. Los Maitreyas más conocidos en este plano son: Moisés, Khrísna, Vishnú, Buda, Antulio, Anfión, y por último, aquel gran ser que vino hace 2.000 años: Jesús el Cristo.

A propósito de los Maitreyas, cabe resaltar que Maitreya, además de ser una entidad de gran evolución, también es un título que se le otorga a seres de altísima evolución. Así como existe el título de “Cristo”, también existe el título de “Maitreya”. El Amado Jesús fue un Maitreya por ejemplo, no un superhombre incipiente, sino un verdadero Dios encarnado.

QUINTO PLANO – INGENIEROS CÓSMICOS

Este plano es pura luz, y está habitado por los seres ascendidos más avanzados de la línea evolutiva humana, al igual que por los Devas, los Elohims y los seres del reino angélico.

Estos seres súper evolucionados ya no son aptos para asumir formas físicas, la esencia que compone este plano es esencialmente ETÉRICA o ELECTRÓNICA RADIAL, es decir muy sutil y por consiguiente las inteligencias que lo habitan son sutiles también.

Grandes artistas que logran vislumbrar este mundo sutil, pueden representar a los seres que moran allí como seres alados, pero en realidad no son alas, sino destellos de gran luminosidad electro-radiante.

Allí se trabaja sobre la quinta, sexta, séptima, octava y novena dimensiones. Al llegar a este estado de evolución, recibiremos del creador energía suficiente para trasladarla de un lugar a otro, ya sea entre planetas, nebulosas o galaxias. En este plano ya tendremos consciencia sempiterna de nuestra inmortalidad, el cosmos cobrará un equilibrio perfecto, y se gozará de la satisfacción de poder servir en el gran esquema de la creación universal.

Llegará un momento en que pasaremos al sexto plano evolutivo, al plano de los INGENIEROS BIOLÓGICOS.

SEXTO PLANO – INGENIEROS BIOLÓGICOS

Allí seremos poseedores del Kar vídico, no solamente recibiremos energía para trasladarla de un lugar a otro, sino que estaremos capacitados para crear vida en un planeta mediante nuestra asociación con seres de distintas líneas evolutivas.

Los seres que han alcanzado esta evolución, planean, controlar y manejan los patrones genéticos o arquetipos de especies en planetas y planetoides. Ellos son los encargados de ordenar y programar las condiciones de vida y sus evoluciones. A su vez, entran en contacto con los seres Dévicos para la adaptación de los medios ambientes que rodearan a los seres en evolución. De los ingenieros biológicos depende la creación de factores evolutivos dentro de la materia y el ajuste de las esferas mentales, controlando el progreso evolutivo de innumerables sistemas planetarios.

SÉPTIMO PLANO – MONITORES PLANETARIOS

Por encima del sexto plano llegaremos alguna vez al séptimo plano evolutivo: el plano de los MONITORES PLANETARIOS.

Seres portadores de luz y calor, por lo tanto, capaces de vivir en el núcleo de un sistema solar o planetario. Se encuentran entre la décima y treceava dimensiones. El logos planetario de nuestro planeta tierra es el amantísimo señor, MAYTREYA, maestro del amado Jesús.

En seguida encontramos a los Monitores Solares en la 16aba dimensión, que son mayores a los monitores planetarios, y son capaces de verter luz a los planetas y sistemas solares. El monitor solar de éste sistema es el amado señor RAWAK.

A su vez el Monitor Galáctico, en un plano superior al anterior actuando en la 17aba dimensión, es capaz de alimentar galaxias, soles y planetas. El actual director o monitor galáctico de la Vía Láctea, nuestra galaxia es el amado señor de señores ADONAI, quien irradia su luz a través de los monitores solares y planetarios, a todas las humanidades de esta unidad conformada por millones y millones de estrellas, las cuales a su vez conforman sistemas planetarios de diversa magnitud, todos con posibilidades de vida. En la 18aba dimensión lograremos alcanzar la unión total con EL CREADOR: Padre y Señor del Universo.

¿Tremendo verdad? Y aquí andamos, quejándonos por cuestiones humanas. Hay que empezar. El llamado ha sido emitido muchas veces. Y respondido sólo por unos pocos. Muchos son los llamados y pocos los elegidos. ¿Y quién los elige? Cado uno de nosotros es quien se elige. Forja tu camino, tu propio sendero de autodescubrimiento; no dejes espinas en el camino que otros pisen para herirse, porque deberás volver a levantarlos cuantas veces sea necesario, y cuando te hieras con las espinas de otros, no sufras ni te angusties, deja todo en las manos de su Dios interno, perdona, levántate y continua. Brinda a los demás el perfume de tus pétalos, deja huella en los demás, sin dejar cicatrices jamás.

En qué plano se encuentran los seres extraterrestres

Partamos diciendo que la palabra extraterrestre se utiliza para designar algo que está fuera de la tierra, en el exterior de la tierra, por ejemplo las rocas espaciales vendrían siendo extra-terrestres.

Muchas de las razas extraterrestres pertenecen a la misma línea de evolución humana o maestra, puesto que contienen dentro de sí la misma chispa divina.

Muchos de esos seres, extra-terrestres, que habitan otros sistemas planetarios o galácticos, pueden tener una evolución menor, igual o superior a la nuestra, no por el hecho de ser extra-terrestres significa que todos sean superiores a nosotros.

Muchos de los seres que nos han visitado desde el inicio de los tiempos, han gozado de un grado evolutivo muy elevado perteneciente a la escala del superhombre. Seres físicos con capacidades y herramientas a la altura de su talla espiritual.

Muchos de los seres que propiciaron y velaron por la vida de nuestra evolución terrestre, han provenido de otros rincones del universo, y entre ellos tenemos mayormente a seres divinos intangibles que van desde el séptimo plano, hasta una minoría seres tangibles del cuarto plano evolutivo. Así que la afirmación que dicta que: “nuestras entidades biológicas son producto de seres extraterrestres”, es válida. En el marco de que Dios, es quien actúa a través de todos sus representantes en los distintos planos evolutivos; seres cuya capacidad para nosotros incompresible, fue capaz de plantar semillas de vida en este hermoso planeta.

En síntesis, la vida extraterrestre, al igual que la terrestre, abarca todos los planos evolutivos que van desde lo más incipiente, a lo más elevado.

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3 comentarios
    • Están acá numeradas en orden pero no es siempre fácil encontrarlas. En YouTube puedes ver todas las lecciones en orden en el canal de Yo soy espiritual. Los vídeos son mucho más didácticos.

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