Cuando vemos el flujo de energía que va del Corazón de la Presencia al interior del corazón físico, vemos un río de Luz prismática que pulsa rápidamente. Si disminuyéramos la acción vibratoria de esa energía de Vida, veríamos que los electrones que componen la Llama Triple de la Presencia de cada uno, llevan un diseño distinto que se diferencia de todos los otros, de igual forma que la perfección geométrica de cada copo de nieve, es diferente de todos los otros incontables millones de copos de nieve, aunque aparentan ser iguales.
Cuando esta energía es moldeada dentro de la forma, por los cuerpos de pensamiento y sentimiento y es impulsado hacia el interior del Universo; ella lleva el Plan del diseño original de la Corriente de Vida. Dicha energía es transmitida por un apretón de manos, de manera que el individuo que recibe el apretón, cuando la mano es retirada, tiene superimpuesto sobre su propia energía, muchos miles de estás diminutas formas representativas de la Corriente del dador inicial. El segundo individuo entonces, sigue su camino; quizás se peina el cabello o aprieta otra mano… y de ésta manera las partículas electrónicas de la primera persona, van aún más allá en una cadena sinfín a muchas, muchas partes del Universo.
El mundo externo ha tocado el borde de esto en lo de su magnetismo científico o personal, pero ellos se refieren a la efluvia humana que cubre las partículas puras de Luz, mientras que nosotros nos referimos a la estructura vital y a la imagen adentro de las partículas electrónicas.
El magnetismo es la manera en que las partículas electrónicas son impulsadas, determinando el efecto resultante sobre la Corriente que las descarga. Aunque a través de la mano, ellas pueden pasar en un apretón de manos; el sentimiento dominante de energía al proceder ellas en su viaje, determinará su pasaje a través del Universo, llevando Amistad y Amor… o todo lo contrario. Y en su viaje de regreso – por supuesto – ellas recogerán sólo las vibraciones similares a las propias de ellas, regresando a su fuente a su debido tiempo, trayendo la vibración inicial con que fueron enviadas, pero ampliado un millón de veces con su propia especie. Si la mano es usado para golpear airadamente, las partículas descargadas por ese acto llevarán esa misma acción vibratoria durante su ciclo completo, influenciando toda la Vida que tocan con la misma vibración destructiva y cuando alcanzan el punto más remoto de su órbita, iniciarán su viaje de regreso a su fuente con más de su clase, trayendo angustia al individuo que las impulsó hacia adelante.
Si vierais con la visión interna a un individuo, podríais ver los electrones entrando y saliendo en círculos de todos los tamaños, grandes y pequeños… y hasta universales. Estos círculos retornantes por lo general, son los responsables de los cambios de estado de ánimo en el individuo, a medida que cada ola retornante trae el resultado de previas bondades o durezas a los vehículos inferiores. De acuerdo a la manera en que impulsáis hacia adelante estos electrones, mis Amados, así recibiréis felicidad o lo opuesto, en su órbita de regreso.
Es para retirar, reclamar y purificar esas partículas de Luz descargadas en el proceso de vivir, pensar, sentir y actuar que Saint Germain en su Misericordia, ha presentado el uso de la llama Violeta de la Purificación. Sabio es el hombre que invoca a esa Llama a través de todo patrón electrónico que ha salido de Su Corriente de Vida desde el principio de los tiempos y que le ordena que fluya a través de las naciones del mundo, a través de los ámbitos psíquico y astral y de todos los reinos de vida; porque hasta que todas y cada una de las partículas no sean redimidas, una porción de la Corriente de Vida, permanecerá sin ascender.
Electrones – Amado Mahá Chohán, Santo Aeolus
