(El Puente, Junio de 1953)
En el Orden Cósmico dedicado a desarrollar la Naturaleza Divina de hombres, planetas y sistemas de mundos, se Nos permite plena libertad de volver la atención de Nuestros Seres individuales hacia el sol o estrella que sea en la cual escojamos invertir Nuestras Energías de Vida y atención. Yo escogí la dulce Tierra, girando sobre su eje torcido, levantando su rostro con esperanza en cada ciclo diario —por algún tiempo— ¡hacia el Sol! Algún día, el clamor de dolor y la petición por confort se convertirán en el Canto de Liberación, y cada corriente de vida se pondrá las togas de la Liberación, y avanzará como un Ser Divino, lo cual es su destino individual y pre-ordenado.
Diario de el puente a la libertad – Saint Germain