Me gustaría describirles el Corazón de Dios. Es algo que no puedo poner muy claramente en palabras, pero por lo menos me gustaría alborotar su interés hasta el punto en que ustedes comiencen a viajar usando el medio de su conciencia, penetrando más hondo y más hondo y más hondo dentro del SILENCIO que forma el Sagrado Corazón, desde el cual ha emanado el Ser de este Universo y el de todos nosotros, chicos y grandes por igual.
Este es el HOGAR en su sentido más verdadero y profundo. Es seguridad y tranquilidad, es entendimiento y amor pleno, es paz sin precio. Es Luz como la más exquisita proyección solar que sus facultades imaginativas puedan concebir y, sin embargo, es tan apacible como el crepúsculo. Es tan silencioso como el Sol en los cielos realizando sus Deberes Cósmicos y, sin embargo, está lleno de sonidos en perfecta armonía.
Podrán decir que es cada par de opuestos en su sentido perfecto (sin desacuerdos o imperfecciones de ninguna clase) ya que cada cualidad tiene dos polos (silencio y sonido, actividad y quietud), aunque la humanidad ha creado falsamente en este mundo de la forma un opuesto del amor, el cual es el odio; un opuesto para el silencio, el cual es el ruido.
Sin embargo, dentro de este Gran Corazón Cósmico hay un Ámbito. Saint Germain lo llama el Gran Silencio. Jesús lo llamó el Reino de los Cielos. Otros lo llaman el Sagrado Corazón. David lo llamó El Lugar Sagrado del Altísimo. Yo lo llamo El Poder del Amor Divino; pero, no importa por qué nombre sea llamado, es la meta final hacia la cual toda vida está viajando, y puede ser experimentado por la conciencia evolucionante de cualquier ser no ascendido cuando uno se aquieta lo suficiente.
Una vez que hayan entrado dentro del Corazón de esa exquisita Quietud, donde se encontrarán con cada Ser que ha dominado al yo exterior, donde podrán ver el diseño completo del Plan de Dios para cada criatura, ustedes, al igual que Yo, no sólo nunca más lo dejarán, sino que trabajarán desde dentro de dicho Corazón, morando en Perfecta Paz.
Sonrío cuando veo a la humanidad de la Tierra tan empeñada en viajar y disfrutar de vacaciones, cuando ellos pueden entrar en este Ámbito Interno en un suspiro y regresar más restablecidos de lo que cualquier lugar de verano, cualquier luz del sol físico, o cualquier balneario pueda manifestar en ellos.
Queridos hijos de mi Corazón, les imploro que entren hondo, hondo, hondo dentro del Corazón del Silencio y que conozcan por cuenta propia la TOTALIDAD DE LA VIDA que está allí para su salud, gozo, prosperidad y paz.
Tomado del libro: Los Maestros Ascendidos escriben el Libro de la Vida