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Libro de oro de Saint Germain Capítulo 7

INVOCACIÓN

¡Poderosa Guardiana Silenciosa! Así como anteriormente has tenido ante Ti el Cristal Cósmico, envía ahora Tus Rayos y ánclalos en el corazón de los Hijos de Dios. Enséñales obediencia a las Grandes Leyes Cósmicas. Llénales el corazón y la mente con Tu Paz, con Tu Silencio, con Tu Equilibrio. Procura que el regocijo de Tu Corazón les llene hasta rebosar el corazón con Tu Sustancia y Pura Fuerza Electrónica que trae consigo Tus Inconmesurables Bendiciones Infinitas.

Permite que cada uno sienta Tu Cuidado Omnipresente y Dedicado, Tu Amor Sostenedor, Sabiduría y Poder.

Les traigo Saludos de parte de la Gran Hueste de Luz que observa con atención la vertida de la Radiación Divina, cuyo Gran Amor, Paz y Luz los envuelve a ustedes en todo momento como Mensajeros de la Luz, dando siempre la más estricta obediencia a la Gran Luz.

EL DISCURSO

OBEDIENCIA, LA PRIMERA ACTIVIDAD

La obediencia de toda manifestación es lo primero que exige la Gran Hueste. Cuando se emitió el comando de, ¡Hágase la Luz!, la obediencia fue la primera actividad, por lo que surgió la Luz Ilimitada. Igual ocurre con todas las actividades externas del Principio Activo Uno, Dios. La primera actividad de lo externo debería ser darle una obediencia perfecta a dicha Presencia Interna. Es así capacitada para recibir de manera armoniosa la pura esencia sin adulteración alguna; y así debería ser en el caso de amigos, de parientes, de asociados y de todo contacto externo con otros individuos.

Siempre debería estar presente esta maravillosa gracia de Amor, Luz y Obediencia. Para nada importa la edad del individuo. Aquieta a menudo la expresión externa, ya que lo que ésta necesita es obedecer a la Gran Luz Interna. Cuando surge el impulso de discutir, de criticar o de resistir, esa es la señal de que lo externo se está entrometiendo para exigir atención. Será entonces el momento, por el poder del propio libre albedrío de ustedes, de ordenarle a lo externo que guarde silencio y que obedezca a la “Presencia YO SOY”.

Es inútil discutir. Acallen lo externo, y luego en amorosa obediencia, den la instrucción. De esta manera puedo Yo venir libremente.

Cuando el Estudiante ha entrado al sendero consciente, la más leve indicación de disturbio o resistencia de la clase que sea debería dar lugar instantáneamente al cese de toda actividad externa y a la siguiente afirmación: “YO SOY” la actividad inteligente y obediente en esta mente y cuerpo; “YO SOY” el poder gobernante y lo gobierno armoniosamente.

No importa en qué plano o esfera de actividad actúe el Hijo de Dios -esto es, el Hijo o la Hija de Dios; la obediencia a Sus Leyes o a las Leyes Divinas de la esfera en la cual se encuentra será siempre algo imperativo para su sostenido progreso.

Algún día (espero que en un futuro cercano) consideraremos los elementos de la actividad externa de mayor perturbación, así como también el efecto que sus actividades producen en el cuerpo. Sin embargo, no deseo hacer esto hasta que los estudiantes estén lo suficientemente fuertes como para escuchar la Verdad de esta actividad sin el más mínimo indicio de resistencia o auto- condenación, ya que iniciar una actividad en alguien que adolezca de una de estas condiciones sería un error de Mi parte.

GUARDIA INVENCIBLE

Hace algún tiempo mencioné la importancia de que los Estudiantes mantuvieran la guardia en alto para que, por un momento de descuido, no fueran a encontarse inconscientemente abrigando algún sentimiento de resistencia, crítica o demás, que luego descubrieran que lo habían dejado entrar y actuar.

Todo Estudiante debería utilizar constantemente -muchas veces al día -el siguiente decreto, que sólo requiere de un minuto, y afirmar en silencio: “YO SOY” la Guardia Invencible, establecida, sostenida y mantenida sobre mi mente, mi cuerpo, mi hogar, mi mundo y mis asuntos. Estén conscientes de que esta Guardia, al ser la “Presencia YO SOY”, naturalmente cuenta con Inteligencia Infinita. Esto establecerá una Guardia Inteligente y actividad alrededor de ustedes que no tiene que ser repetida constantemente.

Una vez más llegamos al punto en que cada vez que utilizamos la expresión “YO” o “YO SOY” sabemos que es el pleno Poder del Amor, Sabiduría e Inteligencia actuando. Utilicen frecuentemente lo siguiente: “YO SOY” la Plena Liberación de la acción del Amor Divino.

Ahora, a modo de actividad preparatoria para el día, me gustaría sugerirle con gran júbilo y firmeza a los Estudiantes que, después de que se hayan refrescado en la mañana, declaren en silencio lo siguiente, sabiendo que el Poder de la declaración es auto-sostenido: “YO SOY” el Amor gobernante, Sabiduría y Poder con su correspondiente Actividad Inteligente que está actuando hoy en toda cosa que yo piense o haga. Le ordeno a esta Actividad Infinita que tenga lugar en todo momento, y que sea la Guardia sostenida a mi alrededor; que yo me mueva, hable y proceda únicamente en Orden Divino. Luego, durante el día, cuando piensen en ello, asuman la conciencia firme: “YO SOY” la Presencia Comandante y Ordenadora que me precede por doquier durante todo este día -comandando la Paz Perfecta y Armonía en toda actividad.

De esta manera mantendrán abierta la puerta para que se vierta continuamente esta Presencia Interna Inteligente, la cual transformará el mundo de ustedes y evitará que contacten cualquier tipo de inarmonía, permitiéndoles contar con ese flujo sostenido de Paz Interna y Armonía en todos sus contactos externos.

RECLAMA LO TUYO

Para nada importan las manifestaciones que puedan estarse dando dentro o fuera del cuerpo; el Estudiante debe asumir la postura firme de que su cuerpo es el “Templo del Más Alto Dios Viviente”. Esta es una verdad incuestionable, y de mantenerse conscientemente esta actitud, se llevará más rápidamente al cuerpo a la actividad perfecta, como era la intención Divina para comenzar. Con toda sinceridad le digo a los Estudiantes que la única manera de lograr una cualidad o atributo deseado es reclamarlo. A la deriva ha entrado lo externo a una conciencia limitada de afirmar que no cuenta con la cualidad deseada, y, por supuesto, bajo tales condiciones no puede manifestarla. A menudo, el pensamiento del Estudiante es: “Bueno, he estado sosteniendo esta idea durante mucho tiempo, pero nada que se manifiesta; la cosa no trabaja”. Esta es una prueba positiva de que en algún resquicio de la conciencia estaba acechando la duda -posiblemente sin que el individuo estuviera consciente de ello.

Les digo que no importa lo que superficialmente aparente ser, si de manera continua y determinada reclaman la cualidad, condición o cosa que desean, y siguen reclamándola con una determinación firme, lo solicitado encontrará una forma de expresarse al alcance de ustedes de una manera tan cierta como les es posible formular la solicitud. Pero no puedo exhortarlos lo suficiente para que siempre mantengan la guardia en alto a este respecto, ya que cuandoquiera que ustedes hayan estado tratando algo durante algunas horas, días o meses y parezca que no se haya manifestado inmediatamente, lo externo comenzará a decir: “De nada sirve, si fuera a actuar, ya lo hubiera hecho”. Algo como el fracaso es absolutamente imposible cuando han puesto en acción el Poder del “YO SOY” -Dios en ti- para lograr un propósito dado, si te aferras a él con determinación y sin vacilar.

Muchas veces He visto a Estudiantes que, estando a punto de alcanzar logros maravillosos, de alcanzar la Victoria y la Liberación, permiten que esta actitud externa de “todavía no se ha logrado” se entrometa y les robe la atención hasta el punto de retrasar en gran medida su progreso o cerrar la puerta indefinidamente.

El Estudiante debe obligarse a sostener ante su mente la Verdad siguiente: que cuando se pone en movimiento al Poder y Presencia “YO SOY”, puede fallar de lograr su objetivo tanto como que el Universo deje de moverse. El que la “Magna Presencia YO SOY” falle en lograr su objetivo significaría que el Universo inmediatamente entraría en caos. Tal es la certeza y poder del Logro del “YO SOY”. Sencillamente no puede fallar a menos que lo externo le obstruya el camino.

GRAMÁTICA CÓSMICA

Todo Estudiante debería cuidarse con gran atención de no utilizar el “YO SOY” de manera negativa, ya que cuando dices, “estoy enfermo, he fracasado, no estoy logrando esto como debería”, estás poniendo en acción esta poderosa energía para destruir aquello que esperas lograr. Esto siempre pasa cuando utilizas el pronombre “YO”, ya que éste es la válvula de descarga del Poder Universal.

Sabiendo que el “YO SOY” eres tú, entonces cuando dices, “me duele la cabeza, mi estómago está fuera de servicio, tengo el intestino vuelto un asco”, estás inyectando la energía en dichas partes para que actúe según lo que has decretado; ya que cuando dices “MI”, actúa la misma energía porque sólo hay una persona que puede decir “YO” o “MI”, y ese eres tú, decretando para tu propio mundo.

Toda expresión que solamente ustedes puedan utilizar incluye la energía y actividad de la “Presencia YO SOY”. La actitud correcta que asumir cuando algún órgano parezca rebelarse es declarar inmediatamente: “YO SOY” la única Energía Perfecta que actúa aquí. Por lo tanto, toda apariencia de disturbio es instantáneamente corregida. Este es un punto muy importante que hay que remacharle al Estudiante. Si por cuestión de hábito han llegado a pensar que ciertos agentes medicinales les sirvieron, entonces utilícenlos con moderación hasta que logren la Maestría suficiente para gobernar totalmente por vía de la propia “Presencia YO SOY”.

SANTO REMEDIO

Les aseguro que por más que piensen que lo que los alivió fue el agente medicinal, sigue siendo la misma “Presencia YO SOY” quien le dio a dicha medicina el poder de aliviarlos. Por ejemplo, He estado siguiéndole la pista al mundo médico durante muchas centurias, y cuandoquiera

que un individuo de supuesta autoridad dice que cierto remedio ya no se usa, al poco tiempo la medicina desaparece por completo del escenario.

La pregunta en la mente de todos los individuos pensantes es que ciertas hierbas o agentes medicinales tienen ciertas propiedades químicas naturales que corresponden a los elementos del cuerpo. Yo les digo, ¿qué es lo que les da tal afinidad química? Pues, ¡el Poder del propio “YO SOY”, que es lo que les permite pensar!.

Así, cuando le den la vuelta al círculo de actividad, encontrarán que sólo hay Una Inteligencia y Presencia actuando, y que es el “YO SOY” – Dios en ustedes.

Ahora, ¿por qué no enfrentar esta Verdad y mirarle directamente a los ojos? Asuman sin vacilación su postura ante la “Presencia YO SOY”, Dios en acción en ustedes, y sepan que Ella es la única Vida en ustedes y en todas las cosas o remedios, a los cuales sólo ustedes le dan poder.

¿Acaso no es mucho mejor ir directamente a esta Gran “Presencia YO SOY” y recibir su Asistencia Todopoderosa e Ilimitada que no puede fallar, que darle poder a algo que te hace caminar alrededor del granero de Robin Hood para conseguir ayuda de algo externo a lo cual ustedes le han dado el poder?

Sé que a los Estudiantes no les resulta fácil despojarse de viejos hábitos o dependencia en ciertos agentes medicinales; pero algo de reflexión y meditación sobre este hecho hará sencillamente que estas cosas externas le cedan el paso por completo a la Gran “Presencia YO SOY”.

No hay manera de convencer al Estudiante de ésta, la más vital de todas las preguntas, salvo que él aplique la Sabiduría y el Conocimiento con determinación firme hasta que pruebe por cuenta propia la Verdad activa de estas cosas sencillas. Nadie puede decir hasta qué grado puede el Estudiante aplicar esto, ya que él (y solamente él), al tratar, podrá saberlo. Muchas veces la energía interna acumulada es tal que el Estudiante se sorprende con los resultados cuando comienza a aplicar esto.

YO SOY VERSUS OM

La expresión oriental para el “YO SOY” es “OM”. Esto quiere decir lo mismo que “YO SOY” está comenzando a significar en el Mundo Occidental. Por Mi parte, Me gusta mucho utilizar el “YO SOY” porque su mera expresión indica “Dios en Acción en el individuo”. “OM”, según lo entienden los orientales, es una Presencia Universal, término éste que no le da al Estudiante la conciencia de la “Presencia YO SOY” actuando en el individuo como lo da el uso del “YO SOY”. Esto en gran medida explica la razón del estado en que India se encuentra hoy en día. Cientos de miles de personas en India, a causa de la confusión de las múltiples castas, han caído en el error de que la entonación del “YO “ es todo lo que se requería en sus vidas. Si bien esto produce cierta actividad en cientos de miles de casos, no atrae la energía de dicha actividad a la acción del individuo, resultando así un beneficio muy disminuido.

Desde tiempos inmemoriales, el método de los Maestros Ascendidos a lo largo de las edades ha consistido en el uso consciente de la “Presencia YO SOY”, el reconocimiento y aceptación plena de Dios en Acción en el individuo, lo cual cada vez más le trae al individuo la plena Actividad Inteligente de la Presencia Divina -la Deidad.

Aquellos orientales que han alcanzado grandes logros, lo cual es el caso de muchos, se han hecho conscientes de esta verdadera actividad a través de su meditación sincera. Quizás la cosa singular más sencilla y poderosa que el individuo puede recordarse a sí mismo es que cuando dice “YO SOY”, está –consciente o inconscientemente- poniendo en acción dentro de sí la Plena y Geunina Energía de Dios.

La Energía se convierte en poder mediante el uso consciente.

El hecho de que un individuo esté encarnado es el comando para elevar su mundo a la Actividad Perfecta. Cuando la conciencia del individuo se eleva, todo en su mundo se eleva a la Actividad Interna. “Om Mani Padme Hum”en realidad significa Dios en Acción en el individuo. Usen el “YO SOY” en vez de “OM” en todo momento, porque muchos de ustedes han encarnado anteriormente en cuerpos hindúes. En una ocasión conocieron ese uso, y para no invocar a la acción un uso inferior, utiliza ahora el “YO SOY” para que los lleve a la altura máxima.

ENERGÍA EN MOVIMIENTO

Cuando dicen “YO SOY”, están poniendo en movimiento a la Pura Energía de Dios, ajena a toda coloración de concepto humano alguno. Esta es la única manera de evitar que la Pura Energía de Dios se contamine por las calificaciones humanas. Se pueden lograr resultados enormes en corto tiempo mediante el uso determinado de las siguientes afirmaciones:

“YO SOY” esta Inspiración Pura.

“YO SOY” esta Luz Pura aquí mismo en acción. (Visualiza ahora todo esto a través de tu cuerpo).

“YO SOY” esta Revelación Pura de todo lo que deseo saber.

Sostengan las riendas del poder por siempre dentro de ustedes. La gente tiene miedo de abrirse al Gran Poder de Dios y dejarlo operar. ¿Qué puede haber en Dios que les dé temor? Su operación es Pura y Perfecta, y si no se abren al Gran Poder Puro de Dios, ¿Cómo pueden esperar utilizarlo y alcanzar la Perfección? Tienen que reclamarlo para sí. El decir: “YO SOY” el ser Ascendido que deseo ser ahora”, inmediatamente envuelve el ser externo en esa Presencia Ascendente. “YO SOY” ahora mi Liberación Eterna de toda imperfección humana. Realicen quién “YO SOY” es.

Tienen que usar términos explicativos hasta cierto punto. Sepan que: Este cuerpo es el Templo del Dios Viviente, y es ascendido ahora. El lado humano es un Tomás que duda y critica. La razón de toda la Instrucción no es otra que darle al Estudiante la oportunidad de comprobarla por cuenta propia mediante la Aplicación y utilización de la explicación dada de la “Ley”. Di a menudo: “YO SOY” el Poder Gobernante de esta actividad, y por lo tanto siempre es normal. No hay ni un ser humano en el Universo que pueda reconocer esta “Presencia YO SOY” por otro. En el reconocimiento de ustedes de esta “Presencia YO SOY” tal cual son, cada paso que dan es un logro permanente, y no se puede retrogradar.

BENDICIÓN

Infinita e Inmanente Presencia, cuya Inteligencia Activa gobierna a todos aquellos que Te contemplan, llena a todos los buscadores de la Luz con Tu Magna Luz Interna. Acerca a todos y cada uno cada vez más a la Gran “Presencia YO SOY”, de manera que llene el mundo de todos con Tu Gran Perfección; y de manera que la conciencia de todo individuo desee sólo esa Gran Presencia y Perfección.

24 de Octubre de 1932

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